
Coro Hispano
Grupo de Cámara de música barroca
Unir el alma de nuestros países
La música y el canto son tradiciones hispanas fomentadas en los virreynatos LAS ESPAÑAS a través de órdenes religiosas como la de Jesuitas (música barroca).
Actividades
QR para las inscripciones de los diferentes grupos

HISTORIA DE LA MÚSICA HISPANA.
LA MÚSICA es EL LENGUAJE UNIVERSAL, la primera forma de expresión anterior al lenguaje.
Con la danza, la música es el arte más antiguo de la humanidad.
Desde siempre tuvo un lugar destacado dentro de la religión y del ceremonial religioso de todos los pueblos.
La visión de la música es muy dispar, esta va a depender de los diferentes usos, puntos de vita:
-
Para los pueblos primitivos: es algo que puede embrujar, exaltar pasiones, hacer caer al hombre en un trance.
-
Para los griegos: Es donde tiene sus raíces la música del mundo occidental. Para los griegos la música era lenguaje del alma; incluso llegaron a diferenciar la música lógica del logos, que era calculable (la música de cuerda), con la música popular (de instrumentos de viento) que era la exaltación emocional, de las pasiones del alma. Esta la conformaban amables bailarines, elaborados instrumentos musicales, sofisticadas leyes armónicas.
-
Para los romanos: la música se mantuvo al margen del proceso cultural, limitándose a ocupar vacíos culturales. Los romanos comenzaron a copiar cada elemento de la música griega y entró en teatros, escuelas, momentos militares y familiares, interiorizando la de los griegos e identificándose en ellas por casi cuatro siglos (desde la república al 1imperio hasta las primeras invasiones de los bárbaros a partir del s IV a.C.)
-
Para La Península Ibérica: los romanos trajeron consigo ideas y música de su vecina Grecia, la era visigoda vio surgir la música sacra y los cantos religiosos. Esta se fue desarrollándose en el Período Renacentista, emergiendo y floreciendo la música instrumental. Tras la Reconquista del siglo XVI el estilo de “canto polifónico” se desarrolló, traído por los monjes españoles de Santiago de Compostela ( santuario de peregrinación por excelencia, que habían compuesto obras de música polifónica a tres voces en la P.I). Aparecieron grandes compositores como Francisco Guerrero (1.527) o Tomás de Victoria (1.540), Cristobal Morales (1.522).
Durante el siglo XVI el repertorio musical de los virreinatos provenía principalmente de las catedrales de Sevilla y Toledo, donde trabajaron músicos pertenecientes al llamado Siglo de Oro de la Polifonía Renacentista Española.
LA MÚSICA CLÁSICA Y LA BARROCA española estaban en todo su esplendor.
Muestras del esplendor musical de la época, siglo XVI, se conservan hoy en numerosos documentos, especialmente en la Catedral de Bogotá, Colombia. Fueron los arzobispos y obispos los que traían a Las España los primeros libros corales.
Entre los siglos XVII y XVIII , en Las Españas marca la supervivencia de la música del renacimiento, y la entrada gradual de la nueva técnica del “bajo continuo” y su aplicación a las nuevas formas propias españolas. Destaca en el s XVII el compositor español Hernando Franco (1.532-1.585), quien fue el primer Maestro de Capilla de la Catedral de México y en el siglo XVIII, el compositor más importante y prolífico de Bogotá, Juan de Herrera. Destacar también la música religiosa en la catedral de Buenos Aires, en torno de cuyo órgano, se formaron grandes músicos argentinos, como Juan Vizcaíno de Agüero. Córdoba fue el centro musical por excelencia del virreinato.
En el s XVIII en la P.I. surge “La Zarzuela”, una forma ligera y española de la ópera, hoy declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
a) para la Hispanidad.
a.1) Soldados, músicos y misioneros llegaron al nuevo mundo. Los misioneros utilizaron la música como medio de evangelización de los nativos. El repertorio musical era casi el mismo utilizado por las iglesias y catedrales de la Península Ibérica. El centro musical era la Iglesia catedral.
El coro fue lo primero que se conformó, luego la música se se institucionalizó a través de la fundación de seminarios y conventos. En Las Españas la primera escuela de música fue pública y estuvo abierta a todo el mundo sin distinción.
a.2) con sus misiones jesuíticas (1691 a 1767) fue concebida fundamentalmente como medio de alabanza a Dios. Destaca la que implantaron en los pueblos de Chiquitos, Bolivia Oriental, durante los s XVII y XVIII, donde la incorporación de las lengua de los nativos jugaron un papel protagonista, otorgando a las obras unas características únicas. El archivo virreinal de los chiquitianos está formado por obras compuestas por el compositor y hermano jesuita Doménico Zipoliy, los jesuita músicos enviados por la Orden de San Ignacio de Loyola. Es la llamada actualmente “Cultura Reduccional”, que enriqueció el Arte Barroco y se denomina “Barroco Misional”.
La música hispana del continente europeo fue el elemento que funcionó como catalizador en la música hispana del continente americano, ya que los textos estaban escritos en español.
Durante los virreinatos la cultura española se estableció en América, como la portuguesa.
Las iglesias tenían capillas musicales en las grandes ciudades de Perú, México; y Brasil.
El libro musical más antiguo que ha llegado hasta nuestros días editado en América es un cantoral impreso en la ciudad de México en 1556.
Muchos funcionarios y propietarios de plantaciones alentaron a la interpretación de música de cámara, aun así algunos misioneros apoyaban la música autóctona.
En 1523 se abrió “una escuela de música” para indígenas, en Texoco, México. El jesuita español José Anchieta fundó una escuela para los indígenas brasileños de El estado de Sao Pablo donde se impartía formación musical. Anchieta escribió himnos en las lenguas indígenas.
Los instrumentos musicales europeos de los siglos XV y XVII han perdurado hasta nuestros días en ciertas zonas del continente americano. Entre estos está el derivado de “el arpa” renacentista española, todavía muy tocada en Perú y México.
La herencia de los españoles de la Península Ibérica a nivel musical fue
-la religiosa llevada por los sacerdotes españoles para acompañar las funciones litúrgicas. La música barroca llevada por Los Jesuitas españoles y que hoy aún perdura en países como Bolivia, gracias a los hallazgos de “más de 10.000 mil partituras” encontradas en varias Iglesias donde los jesuitas las escondieron cuando fueron expulsados de los virreinatos de Las Españas, es una muestra de la labor de la hispanidad y los hombres de la Península que allí fueron a evangelizar. El mestizaje maravilloso que hicieron los jesuitas y los indígenas refleja cuán comprometidos estaban todos en la convivencia; de hecho cuando son expulsados los jesuitas en 1767, los indígenas preservaron esa música y reescribieron las partituras en su propia lengua. Hoy en día y tras el proceso de restauración estas están archivadas en el conservatorio musical local, y es parte de su identidad cultural. Destaca en la actualidad El Coro y Orquesta de San Ignacio de Moxos, cuyos miembros son todos indígenas.
-la de las bandas militares acompañadas por instrumentos de viento; estas bandas tocaban música culta y semiculta.
-la guitarra, descendiente de la “vihuela clásica española” y que en América sufrió variaciones creando pequeñas guitarras, hechas para acompañar; más agudas como el requint, el tres, el cuarto, el charango (cuya caja está hecha por el caparazón del armadillo),; el guitarrón mexicano.
Durante los siglos XVII y XVIII, cuando disminuyó el poder económico y militar de España y Portugal, los elementos de la vida musical que habían llegado de Europa declinaron. Floreció la música indígena a la que se le añadió en el último periodo de los virreinatos una vibrante influencia africana por causa de los esclavos llegados al Caribe y Sudamérica, manteniéndose por supuesto elementos de la música virreinal en la música popular y folcklórica (peruana y mexicana), como el arpa española .
Los romances, villancicos españoles se cantaban en todo el territorio del noreste de Brasil, en las islas caribeñas; la música barroca…
Todo este mestizaje musical ha contribuido en gran medida a la música popular de los países hispanos que tenemos una identidad propia respetando las idiosincrasias de cada pueblo y que constituye La gran Comunidad Hispana.